LA ESPERANZA
Reflexión sobre la esperanza
Un saludo a todos.
Los últimos hilos que he participado me han motivado a compartir con ustedes una reflexión y un relato sobre la esperanza.
En primer lugar definiré la palabra Esperanza, según el DRAE: “Estado
del ánimo en el cual se nos presenta como posible lo que deseamos”. Es
decir que están involucrados nuestros sentimientos, emociones y deseos. Y
no hay quien se sustraiga a ese sentimiento, pues cuando el ser humano
pierde toda esperanza, aunque respire, deja de vivir en realidad.
Este sentimiento no puede considerarse de ninguna manera una vana
ilusión, o un sentimiento propio de idealistas perezosos. De hecho hay
quien puede confundirse al respecto y relacionar al creyente con esos
que abogan por una especie de quietismo contemplativo y pasivo, algo que
no es propio de un seguidor de Cristo. La esperanza implica una espera
activa. No un quedarse de brazos cruzados. Hay quien dice que cuando
se le pide a Dios un árbol te lo da en forma de semilla. Lo que no
enseña a, tal como el agricultor, sembrar y esperar. Pero nótese que ese
agricultor al terminar su faena de sembrar no se sienta, sino que se
ocupa en otras actividades relacionadas con su profesión.
Lo cierto es que todos los inventos que el hombre disfruta hoy nacieron
de un ideal, de un sueño. Por eso hay quien ha dicho, con mucha razón,
que la esperanza es el sueño del ser humano despierto.
Particularmente tengo mis pies sobre la tierra, pero en mi corazón
albergo la esperanza de un mundo mejor. No concibo mi existencia sin ese
ideal, que si bien morirá conmigo, me hará cerrar los ojos en paz, tal
como he vivido, gracias a la esperanza que albergo en mi corazón.
Y hago constar que no me aferro a ella por miedo, sino por necesidad. Es
un anhelo y un deseo intenso, que no sabría explicar del todo. Está en
esos espacios del alma que ningún equipo sofisticado que la humanidad ha
inventado puede escrutar.
Por eso es que, aunque me equivoque al decirlo, pienso que es algo que
se debe compartir. Los sueños en la intimidad, los que no se cuentan, no
gratifican. Y no tengo dudas de que la humanidad necesita tener
esperanza de un futuro mejor, aunque sea considerado por algunos como
una quimera, lo cierto es que las realidades de hoy fueron los sueños
del ayer, por lo cual los sueños de hoy serán las realidades del mañana.
Ahora la historia que les anticipé:
EL REGALO DE LA ESPERANZA
Cuenta una leyenda americana que había una vez una tribu india acampada
en la ladera de una montaña. Y el jefe ya estaba muy enfermo. Llamó a
sus tres hijos y les dijo:
-"Yo voy a morir y uno de vosotros tiene que sucederme. Quiero que
subáis a la montaña santa y me traigáis un bello regalo. Aquél que
traiga el mejor regalo será el nuevo jefe".
Después de algunos días regresaron. El primero trajo una flor rara y extraordinariamente bella.
El segundo vino con una piedra de color, suave y redonda, pulida por la lluvia y el viento.
El tercero dijo a su padre:
-"Yo no traigo nada. Estando en lo alto de la montaña pude ver que a la
otra parte hay unas praderas maravillosas, llenas de hierba verde. Vi
también un lago cristalino. Tuve la visión de dónde podía ir nuestra
tribu para tener más calidad de vida. Quedé tan sobrecogido por lo que
vi, que no pude traerme nada".
Y el anciano jefe replicó:
-"Tú serás el jefe, porque tú nos has traído el regalo de la visión de un futuro mejor".
"En el corazón de todos los inviernos vive una primavera palpitante, y
detrás de cada noche, viene una aurora sonriente". Khalil Gibran.
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