lunes, 17 de marzo de 2014

EL HADA Y LA SOMBRA





Los cuentos infantiles, no sólo sirven para entretener a los niños, sino que tienen la capacidad detransmitir valores importantes para su educación. Y compartir con nuestros hijos la hora antes de acostarse, contándoles un cuento, nos ayuda a establecer un vínculo afectivo con ellos. Durante este tiempo, y lejos de otras distracciones, los niños tienen toda nuestra atención, se sienten queridos y sin duda, también a los padres nos ayuda a relajarnos y dejarnos llevar por la magia de estas historias.


En la página web Cuentos para Dormir, su autor Pedro Pablo Sacristán ha recopilado una serie de cuentos originales cuya misión, según él mismo define, es ayudar a los padres y educadores en su tarea, facilitando el uso de medios creativos y originales para implantar los valores esenciales en una etapa clave del desarrollo de los niños. Desde Pequeocio os animamos a visitar esta fantástica página, y os traemos uno de los cuentos que más nos han gustado, cuya moraleja es la importancia de la lealtad y el compromisocomo bases últimas de la amistad y el amor.

Cuento de El Hada y la Sombra

Hace mucho, mucho tiempo, antes de que los hombres y sus ciudades llenaran la tierra, antes incluso de que muchas cosas tuvieran un nombre, existía un lugar misterioso custodiado por el hada del lago. Justa y generosa, todos sus vasallos siempre estaban dispuestos a servirle. Y cuando unos malvados seres amenazaron el lago y sus bosques, muchos se unieron al hada cuando les pidió que la acompañaran en un peligroso viaje a través de ríos, pantanos y desiertos en busca de la Piedra de Cristal, la única salvación posible para todos.

El hada advirtió de los peligros y dificultades, de lo difícil que sería aguantar todo el viaje, pero ninguno se asustó. Todos prometieron acompañarla hasta donde hiciera falta, y aquel mismo día, el hada y sus 50 más leales vasallos comenzaron el viaje. El camino fue aún más terrible y duro que lo había anunciado el hada. Se enfrentaron a bestias terribles, caminaron día y noche y vagaron perdidos por el desierto sufriendo el hambre y la sed. Ante tantas adversidades muchos se desanimaron y terminaron por abandonar el viaje a medio camino, hasta que sólo quedó uno, llamado Sombra. No era el más valiente, ni el mejor luchador, ni siquiera el más listo o divertido, pero continuó junto al hada hasta el final. Cuando ésta le preguntaba que por qué no abandonaba como los demás, Sombra respondía siempre lo mismo “Os dije que os acompañaría a pesar de las dificultades, y éso es lo que hago. No voy a dar media vuelta sólo porque haya sido verdad que iba a ser duro”.

Gracias a su leal Sombra pudo el hada por fin encontrar la Piedra de Cristal, pero el monstruoso Guardián de la piedra no estaba dispuesto a entregársela. Entonces Sombra, en un último gesto de lealtad, se ofreció a cambio de la piedra quedándose al servicio del Guardián por el resto de sus días…

La poderosa magia de la Piedra de Cristal permitió al hada regresar al lago y expulsar a los seres malvados, pero cada noche lloraba la ausencia de su fiel Sombra, pues de aquel firme y generoso compromiso surgió un amor más fuerte que ningún otro. Y en su recuerdo, queriendo mostrar a todos el valor de la lealtad y el compromiso, regaló a cada ser de la tierra su propia sombra durante el día; pero al llegar la noche, todas las sombras acuden el lago, donde consuelan y acompañan a su triste hada.

Fuente: Cuentos para Dormir

No hay comentarios:

Publicar un comentario