Sillas de montar
Una mujer de Nueva York conducía por una parte remota
de Wyoming cuando su coche se averió. Un indio americano a caballo se acercó y
le ofreció un viaje a una ciudad cercana.
Ella se subió detrás de él en el caballo y se marchó.
El viaje transcurrió sin incidentesa excepción de que cada pocos minutosel
indio dejó escapar un "Ye-eeehaaaa tan fuerte que se hizo eco de las colinas de
los alrededores .. Cuando llegaron a la ciudad él la dejó en la estación de
servicio local le gritó una final "Ye-eeehaaaa! y se marchó.
"¿Qué has hecho para conseguir un indio tan
emocionado?" -preguntó el asistente de la estación de servicio.
"Nada"contestó la mujer. "Yo simplemente estaba
sentada detrás de él en el caballo puse mis brazos alrededor de su cintura y me
aferre a la cabeza de la silla para no caerme."
"Señora"el encargado dijo: "los indios no usan silla
de montar".
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