A
CORRER...
Cuentan que cierto día, estaban en el
bosque un caballo y su pequeño hijo, ambos gustaban de correr sin rumbo fijo,
solo por el placer de sentir el cálido aire sobre sus cabezas.
Padre e hijo disfrutaban mucho de estas
carreras y el compartir sus conversaciones que tanto bien hacia a ambos, siempre
tenían pláticas de lo más amenas y realmente existía una comunicación
constante entre ellos.
Una mañana, salieron como era su
costumbre a correr, estaban muy felices porque era un día espléndido, cuando
de repente el pequeño caballo tropezó y cayó rodando, su padre se detuvo de
inmediato volviendo sobre sus pasos para ver que le había sucedido a su pequeño
hijo.
Se acerco a él para averiguar si se
encontraba bien, y el pequeño no lograba levantarse, muy asustado le dijo a su
padre: - Siento que no podré volverme a levantar, me siento muy lastimado de
una pata.
- Hijo, debes levantarte, acaso ¿Te has
roto algo?- Padre, le dijo el caballito, creo que no me he roto nada, sin
embargo, un caballo nunca se cae y cuando lo hace, le resulta sumamente difícil
levantarse.
- Hijo, estás equivocado, algunos
animales como nosotros caen, pero vuelven a levantarse y tu te levantarás,
porque tu no tienes nada roto, tu voluntad hará que te levantes y vuelvas a
caminar y a correr como siempre lo has hecho, no permitirás que tu mente te
haga tomar una decisión equivocada, creyendo que porque has caído no podrás
levantarte, además, yo te ayudaré a hacerlo, porque yo
precisaré de tu ayuda, cuando caiga y necesite levantarme igualmente.
- Pero padre, ¿cómo podría yo ayudarte
a levantar si soy tan pequeño?
- Hijo no se necesita fuerza física para
dar esa clase de ayuda, solo se requiere un
gran amor, esa es la clase de ayuda que necesitamos, sentirnos apoyados por
nuestros seres más queridos, y yo te amo mucho y por esa razón te digo que te
levantes, porque todavía tenemos muchos caminos que recorrer juntos.
Y nuestro pequeño caballito, se levantó,
se sacudió el polvo, empezó a caminar junto a su amado padre y pronto
empezaron a correr como era su costumbre.
CAERSE no es lo importante, lo importante
es LEVANTARSE cuantas veces sea necesario.
Anónimo
No hay comentarios:
Publicar un comentario