jueves, 26 de julio de 2012

EL ENIGMA DE PARÍS


CUANDO A PRIMEROS DE MES FUI A LA BIBLIOTECA DEL MERCADO DONDE SACO HABITUALMENTE LOS LIBROS, NO TENÍA IDEA DE QUE LIBROS COGER, FUI MIRANDO Y ENCONTRÉ EN NOVEDADES ESTE, LEÍ LA SINOPSIS Y ME PARECIÓ INTERESANTE.

AYER LO TERMINÉ Y EN VERDAD LO QUE EN UN PRINCIPIO ME PARECIÓ INTERESANTE, ES QUE ERA MUY INTERESANTE HASTA EL FINAL.




EL ENIGMA DE PARÍS

santis
Pablo De Santis. El enigma de París (Planeta, 2007)

En la novela El enigma de París el escritor argentino Pablo De Santis (Buenos Aires, 1963) nos remite a la capital francesa en 1889, para relatarnos el encuentro de Los Doce Detectives, los investigadores más famosos del mundo. Cada uno de ellos viaja con su "ayudante" (homólogos del Watson de Sherlock Holmes), y apenas llegados a París se ven involucrados en varios crímenes cometidos aparentemente por un asesino en serie. La identidad del asesino es un misterio que solo se devela al final del libro.

Estamos, pues, ante un relato que asume todas las convenciones y tópicos propios de la novela policial clásica, pero que lo hace de una manera posmoderna: con guiños al lector informado y con una actitud narrativa entre irónica y lúdica. La única libertad que se toma el autor –y es sin lugar a dudas su mayor acierto– es hacer del protagonista, el argentino Sigmundo Salvatrio, un aprendiz de detective al que sus mayores van revelando las grandezas y miserias del oficio. Salvatrio, un adolescente al inicio del relato, termina ocupando el lugar de su maestro.

Se puede encontrar una cierta continuidad entre estas novelas y las anteriores del autor, como el trabajo a partir de géneros literarios populares, la investigación como eje central de la narración y también esa prosa muy bien trabajada y que en algunos pasajes llega a reunir concisión y reflexión. El mayor cambio está en la extensión, pues Filosofia y letras (1999) y El calígrafo de Voltaire (2001) –reconocidas como las mejores obras de De Santis– son novelas breves y de pocos personajes. El enigma de París, con sus casi 400 páginas y decenas de personajes, no alcanza a tener la intensidad ni la eficacia de aquellas.

Pero el problema no es tanto que las virtudes literarias del autor se presenten aquí demasiado diluidas, sino su propia intención de escribir un libro "exitoso", aunque para ello tuviera que renunciar a ciertas complejidades de sus novelas anteriores (temas como la memoria, la identidad y la escritura desaparecen) y caer en los vicios del pastiche (exceso de artificios, situaciones efectistas, personajes estereotipados). De hecho, De Santis ganó su apuesta, puesto que El enigma de París obtuvo el Premio Planeta-Casamérica 2007 y es un best-seller en todo el mundo de habla hispana. Estos reconocimientos son merecidos, pues estamos ante uno de los narradores más interesantes de la nueva generación de escritores argentinos.

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